Por Néstor J. Hurtado Vera.
Ahora sí, que, en sencillas palabras, como solemos decir, “no hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se venza”, y desde el primer minuto de marzo comenzaron formalmente las campañas proselitistas para renovar la Presidencia de la República, en donde participarán 3 aspirantes, como bien lo sabe, por Morena, Claudia Sheinbaum, por la alianza PRI-PAN-PRD, Xóchitl Gálvez y por Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez.
Desde ahora y hasta el 29 de mayo, los aspirantes tienen el reto de promover sus planes de gobierno en caso de ganar en la jornada electoral que celebraremos el próximo 2 de junio, y aunque pareciera que las cosas están definidas, hay que poner suma atención al papel de los candidatos y a factores externos que pudieran cambiar los escenarios actuales, o al menos ponerlos más interesantes.
Si bien el periodo de precampaña fue muy aburrido, ya con los reflectores encima de la que será la elección más grande en la historia de México, sostengo que hay en el ambiente político diversos factores que pudieran generar sorpresas.
Por ahora, todo pareciera indicar que la candidata “oficial”, Claudia Sheinbaum tiene la elección ganada, de hecho, así lo indican la mayoría de las encuestas, pero no debemos pasar por alto que el principal activo de dicho movimiento, es el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien atraviesa fuertes crisis políticas y jurídicas por su abierta intervención en el proceso electoral.
Definitivamente, el gran despliegue de programas sociales de la Secretaría del Bienestar, tienen como favorita a la morenista, pero ese mismo impulso que el mandatario le ha brindado, a mi consideración ilegal, la pudiera poner en aprietos si siguen los errores en temas como la corrupción en allegados a sus hijos, las críticas desmedidas hacia movimientos sociales o el terrible caso de la inseguridad nacional.
A partir de este momento, las declaraciones (en su mayoría erráticas) de López Obrador pueden hacer que su candidata poco a poco se “desinfle” y que el electorado apueste por la opción más cercana estadísticamente hablando, en este caso, por la panista Xóchitl Gálvez.
En contraparte, Xóchitl no tiene otra opción que comunicar de manera contundente con propuestas que den solución a los principales problemas de México, como lo son la seguridad, la pobreza, la desigualdad, la economía o la salud. Sin duda tiene que llegar a las fibras más sensibles de las y los mexicanos.
Si bien, puede aprovechar los tropiezos de su candidata rival y del presidente, su tarea si es que quiere tener posibilidades de ganar, debe de consistir en ser clara, precisa, notoriamente capaz y transmitir garantías de que podrá resolver los problemas de nuestro país.
Concretamente, y en un análisis muy general, si el presidente “guarda silencio” y Claudia no se equivoca, sin duda ganará Morena, mientras que Xóchitl, tiene que esperar ansiosamente los errores de Morena y sus funcionarios, a la par de hacer una campaña impecable y sobre todo ciudadana.
De Jorge Álvarez, mejor ni hablamos, por su manera de comunicar y su discurso “acartonado”, en donde su mejor mensaje es atacar mediáticamente a sus dos rivales, sin duda solo jugará a que MC mantenga el registro, y si obtiene un 4% de los votos, se dará por bien servido.
Pero bueno, al final son solo proyecciones del ambiente político electoral actual, bien sabe que, para poder cambiar el curso de la historia, será necesario utilizar únicamente su credencial de elector. ¡Hasta pronto!
