Han transcurrido diez años desde que se llevaron a cabo importantes acciones de rescate para el Archivo Histórico Municipal en Cuatro Ciénegas. Por algunos años, este había permanecido bajo resguardado en un espacio de la Casa de la Cultura pero a raíz de las intensas lluvias provocadas por el Huracán “Alex” en el verano del 2010, los techos de terrado sucumbieron ante la humedad y por consiguiente el lugar donde permanecía el acervo documental, tuvo graves deterioros.
A raíz de dicho suceso, se realizaron algunas de las estrategias a las que todo gobierno municipal debe de recurrir de manera puntual: la gestoría, que es una acción de especial relevancia ya que por un lado, los ayuntamientos no cuentan con los recursos económicos necesarios para llevar a cabo trabajos especializados como la limpieza y cuidados propios del manejo archivístico, que se resumen a documentos de antigüedad considerable que al más delicado de los tactos o manejos bruscos, pueden dañarse de manera preocupante o bien, perderse. Por otro lado, los especialistas en rescates de este tipo, que a propósito, no se encuentran fácilmente como los de otras profesiones, no siempre tienen esa facilidad para el traslado y ejecución de dichas tareas a la primera llamada. Por lo tanto, en este campo nos dimos cuenta de que no es para nada sencillo y por consiguiente “baratas” las implicaciones en tan ardua encomienda.
Finalmente, fue de gran ayuda que el Patronato del Archivo Municipal de Monclova y Altos Hornos de México pudiesen realizar durante más de seis meses largas jornadas de limpieza, acomodo, glosa y digitalización de todo documento, para que en conclusión, el trabajo consumado pudiese por fin descansar en un espacio propio y por supuesto digno del patrimonio local.
Ahora bien ¿para qué llevar a cabo estas tareas? ¿por qué preocuparse por un archivo, como en este caso, municipal? Simplemente porque un recinto como este, es el lugar que resguarda todo ese bagaje que una sociedad ha ido forjando a través de las generaciones pasadas y por demás apremiante e imperativo que las presentes y futuras, conozcan su identidad, sus orígenes, así como las vicisitudes por las que se ha transitado a través de los años para llegar hasta donde estamos. Por ello es que se amerita se sepan las labores que influyen para que un documento se rescate y clasifique, además de preservar toda esa memoria histórica con la que cuenta una comunidad que no nació hoy o ayer, sino que data de otros tiempos.
En la actualidad los avances tecnológicos facilitan el manejo documental mucho más pero también se genera una doble responsabilidad, primero, utilizar las ventajas como herramienta para coadyuvar con un lugar tan noble como lo es el Archivo Histórico y segundo, implementar la difusión y a su vez la cercanía permanente con las instituciones educativas, gubernamentales, grupos formales, entre otros, con el objetivo de generar una preservación de manera incluyente. Por último, vale la pena reflexionar que mucha de la información documental que se posee localmente, va íntimamente ligada a otros pueblos y latitudes, por lo que es apremiante la vinculación con la finalidad de enlazar a las sociedades y su historia en común.
