Antes de parecer, hay que ser

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Por Israel Reyes
Dicen que el tiempo cambia las cosas, pero en realidad se tienen que cambiar por uno mismo, y es cuando, el Estado de México y Coahuila, los dos últimos bastiones priistas por disputarse antes de la sucesión presidencial se encuentran en el ojo del huracán y el laboratorio para pronosticadores tratando de hacer su chamba mediática para convencer y llevar más agua a su molino. Morena está perdiendo el tiempo y es que fuera de la politiquería, grillas y espionaje no se sabe precisamente en qué otra cosa le estén aportando a su partido. En el Estado de México, con Delfina Gómez como virtual candidata de Morena para la gubernatura llegó con buena aceptación encabezando las encuestas de popularidad por el posicionamiento que le dio la Secretaría de Educación Pública (SEP). No obstante, ha estado perdiendo, poco a poco, ese peso de aceptación. Alejandra del Moral va por la revancha, pero ahora con la alianza opositora conformada por el PRI, PAN y PRD, les soy honesto: lo veo difícil más no imposible.
En cambio, en el estado de Coahuila el futuro de Morena se ve cada día menos prometedor, el candidato del dedazo tiene hasta el mes de octubre para hacer hasta lo imposible para que el pueblo lo note y no solo eso, sino que también lo acepte. Sin importar las formas y los fondos, no le ha importado llevarse de encuentro a la figura más importante del morenísimo coahuilense, Armando Guadiana Tijerina, provocando una grieta que difícilmente podrá reponer a tan pocos meses de las elecciones. El pronóstico siguiendo con la fractura es la derrota inminente, sin importar la guerra sucia o estrategia mediática que pudiera lanzar desde el privilegio que le brinda la Subsecretaría de Seguridad Pública. Se han complicado las condiciones en el tablero de la 4T coahuilense. Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto, y es justo ahí el problema, ganar la legitimidad es, de entrada, buscar el diálogo para lograr los consensos. Morena Coahuila arrancaría una campaña con desavenencias al interior.
Es una ventaja llegar al lugar indicado en el momento indicado. La formación política nunca deja de ser, pero ya nos dimos cuenta de que sin oficio no hay beneficio. Hace tiempo, dentro del círculo político, se formaba a la juventud diciéndoles: antes de ser, hay que parecer. Morena ha cambiado ahora el mantra para el resto de ciudadanos que realmente quieren cambiar su entorno desde la trinchera política: para parecer, hay que ser. 

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