Por Joselo de Velasco
Los números no mienten, pero sólo responden bien las preguntas correctamente formuladas. El resultado electoral de Coahuila tiene mucho que decirnos tanto como consecuencia de factores como desencadenante y es que 56.9% de la votación con 740,948 votos son además del récord histórico de sufragios un resultado muy positivo para los ciudadanos de Coahuila sin importar su preferencia política. Manolo Jiménez será un gobernador legitimado, con congreso y respaldo ciudadano. Si a nivel nacional hablamos de un arrastre presidencial que gana avasalladoramente elecciones también debemos hacerlo en Coahuila.
Antes de la elección había quien cuestionara las encuestas de evaluación a gobernadores que colocaban constantemente a Miguel Ángel Riquelme como el mejor calificado. Una aprobación superior al 64% es sin duda un factor base para el resultado electoral. No cabe duda que la valoración positiva al gobierno de extracción priista es real y tuvo inferencia en que el 47.3% de la ciudadanía diera su voto a la alianza a través del PRI. Seguro este factor cobrará más relevancia cuando se renueve la dirigencia nacional de dicho partido.
Manolo Jiménez fue un gran candidato, hay que dar crédito al posicionamiento de las estrategias y mensajes políticos que desarrolló junto a su equipo. El candidato tenía un peso bastante fuerte por sí mismo, pero se congregó un ejército ciudadano y político en torno a su propuesta. Si bien la mayoría de los electores dieron su voto a través del PRI podemos considerar que la campaña fue primero ciudadana y que el voto por dicho partido fue un reconocimiento de los electores a la iniciativa, al candidato y al trabajo realizado por las administraciones anteriores.
El voto más difícil es el joven, conductualmente impredecibles, pero no sordos ni inconscientes, proyectos como “Pulso 23” que los escuchó y tradujo y llevó las propuestas enfocadas a juventud a un lenguaje empático y atractivo. Aunque esto se hizo de cierta manera para todos los grupos, trabajadores, emprendedores, mujeres, etc. cobra relevancia puesto que más del 50% del padrón en Coahuila es joven y fue precisamente ese bloque, de 18 a 29 años quien concentró la mayor votación por Manolo Jiménez, un 56%.
El carro completo que generó el tsunami de Manolo conlleva un Congreso afín, la sociedad pudo escoger entre una oposición que mediara desde el poder legislativo o bien, confiar en las decisiones del gobernador y fortalecerlo con diputados que impulsen su proyecto.
Otra conclusión es que Morena no tiene estructuras en Coahuila y para abonar a su desgracia en Coahuila sus simpatizantes saben castigar cuando no les parece el proyecto. En un estado donde hay trabajo y diversas opciones para ganarse la vida, la votación que alcanzó el partido de las dádivas representa sólo el 66% del padrón de beneficiarios de programas sociales. Tal parece que las pensiones y becas no alcanzan para el encarecimiento de la canasta básica, la inflación, la falta de medicamentos y el miedo a que el estado se parezca a cualquiera de los 20 que mal gobierna la 4T.
