A LA BAJA

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Por Fernando Urbano

El presidente está muy bien evaluado, esa es una realidad innegable, tiene números positivos, pero no extraordinarios, pero no se debe a su capacidad de gobernar, y mucho menos a sus resultados, simplemente tiene una sobreexposición excesiva, está diariamente por horas y horas en televisión, radio, redes sociales y cualquier contenido que tenga que ver con el gobierno federal o su partido, es referencia a López. 

De hecho, si ponemos atención a las corcholatas del oficialismo, además de no poder debatir o hablar frontalmente de temas del gobierno, todos sus discursos y actividades, son en torno a hablar de lo maravilloso, extraordinario e inigualable que es el presidente. No pueden ni siquiera hablar de ellos mismos, la indicación de palacio nacional, es hablar solamente del titular del ejecutivo.

Pero si hablamos de las evaluaciones muy particulares de las políticas públicas del gobierno de López, sus resultados, acciones y programas, son totalmente diferentes, su apreciación es negativa y muchas de ellas con números que ni los chistes del presidente pueden salvar. 

Ahí está el problema de las corcholatas, que día con día van a la baja en las encuestas, y que permiten un nivel de error importante en las aspiraciones de Andrés Manuel para que la 4T se quede en el poder. Los números de las corcholatas son puramente consecuencia de un mal gobierno, reprobado en todas y cada una de sus áreas. El presidente no lo entiende, es limitado, culpa a las encuestas y agrede a quien las hace, pero la realidad es que solamente están mostrando la realidad del momento que vive su gobierno. 

Seamos empáticos con el presidente, debe ser difícil, frustrante y muy complejo, no ver resultados positivos después de haber invertido tantos recursos y esfuerzo en la construcción de la candidatura de su corcholata preferida; además del extra que él mismo le ha puesto impulsando el oficialismo, utilizando los recursos del gobierno para atentar y amedrentar a sus adversarios de forma ilegal y arbitraria. Nada le está funcionando. 

Tan negativas son las encuestas internas de Morena y del gobierno, que no encuentran forma alguna de contrarrestarlas, ya no hay maroma que no se haya utilizado antes para buscar un mínimo resultado positivo. Tanta es la desesperación que a don presidente y sus allegados, que se les ocurrió decir que ahora el titular del ejecutivo es víctima de violencia de género y peor, él mismo se atrevió a señalarla.

De todo hemos visto en las actividades de los morenistas, eventos llenos, pero de personas que no tienen la más mínima idea de que están haciendo ahí o a quien van a apoyar. Mítines donde se tienen que recoger sillas, porque ni con acarreados llenan, y en otros desbordados por grupos de migrantes que quien sabe de dónde los sacaron solamente para llenar espacios. Lo peor de todo es que los mismos morenistas, exhiben sus errores. Fuego amigo. El presidente está en la cuerda floja, no hay solidez en su proyecto de continuidad, el culto a su persona no fortaleció su liderazgo, y mucho menos a su partido. Las tensiones que existen al interior de su gobierno, le están cobrando factura, y los escándalos que lo rodean, cada día ponen un poco más lejos del triunfo a sus cercanos que aspiran a sucederlo, que además no encienden y no conectan, y solamente se han convertido en unos imitadores de López.

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