30 años del EZLN

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Por Israel Reyes 

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), nacido en 1994 y evolucionado hacia un movimiento político después del 2006. Amalgama ideologías como el zapatismo, el marxismo y el socialismo libertario. Con el Subcomandante Marcos a la cabeza, su enfoque no apunta a tomar el poder, sino a forjar un “mundo nuevo”, enraizado en la Primera Declaración de la Selva Lacandona, que aboga por las demandas básicas del pueblo mexicano: trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz.

Su debut público se dio en Chiapas en 1994, coincidiendo con la entrada en vigor del TLCAN, cuestionó las promesas de modernización del sistema político mexicano. A pesar de su origen marxista leninista, el EZLN redirigió su imagen, centrando su lucha en los derechos indígenas. Esta estrategia de transformación y la emblemática figura del Subcomandante Marcos, con su distintivo pasamontañas, evidencian un hábil manejo de la imagen pública, generando un impacto duradero en el imaginario mexicano.

Tras enfrentar represión militar, el EZLN adoptó un enfoque político. Su liderazgo, el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General (CCRI-CG), es colectivo, integrado por comandantes, mayoritariamente indígenas chiapanecos, y un portavoz, el subcomandante Galeano. Esta estructura única refleja su carácter diverso y participativo.

El EZLN surgió en un contexto de más de seis décadas de gobierno del PRI, cuando la juventud encontró cerrados los canales legales de participación política. Proveniente de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), el EZLN se estableció en 1983 y se manifestó en 1994, buscando derrocar un régimen autoritario y mejorar las condiciones de vida, especialmente para las comunidades indígenas como tzeltal, tzotzil, chol y tojolabal.

Las desigualdades y la injusticia hacia las comunidades mayas, como la separación en espacios públicos y la explotación de sus territorios, motivaron el levantamiento del EZLN. Sus principios fundamentales abogan por la defensa de los derechos colectivos e individuales de los pueblos indígenas, la construcción de una nueva nación basada en democracia, libertad y justicia, y la formación de una red de resistencias al neoliberalismo.

El EZLN, con su historia de resistencia y su lucha por la justicia social, es mucho más que una organización; representa un reclamo por la igualdad, la dignidad y los derechos humanos en México. Su legado se mantiene como un faro de esperanza para las voces marginadas y un llamado a una transformación inclusiva y equitativa en el país.

Apenas iniciando el año también sus festividades. Su trigésimo aniversario se dio en medio de una celebración marcada por la vida, la resistencia y la memoria. Entre fogatas y festividades, la jornada incluía análisis médicos gratuitos, representaciones artísticas, proyecciones de documentales y conciertos que resuenan en una atmósfera de resistencia. Las mujeres y jóvenes, herederos de la lucha, toman protagonismo en la conmemoración, mientras el EZLN busca transformar sus formas de gobierno y fortalecer su democracia interna.

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