Un pase del central del Manchester United había puesto en apuros a Christian Eriksen ante el Borussia Dortmund en Las Vegas. El error generó una oportunidad para Sébastien Haller y, después de que Onana rechazara el disparo, inmediatamente se volvió para reprender a Maguire, que estaba a sólo unos metros de distancia.
Onana fue criticado más tarde por el ex defensa del Liverpool e Inglaterra Jamie Carragher, quien dijo que la reprimenda era “exagerada”, pero al técnico del Manchester United, Erik ten Hag, no le importó en absoluto. Hay confianza dentro del club de que el fuerte carácter mostrado por su nuevo número 1 ese día (un nuevo fichaje que exige estándares más altos de un jugador veterano) lo ayudará a superar lo que ha sido un comienzo difícil en Old Trafford.
Maguire no es el único que ha sido víctima de la ira de Onana. Durante el partido de Champions League entre Inter y Porto la temporada pasada, las cámaras lo captaron diciéndole a su compañero Edin Dzeko que “se callara” antes de que Hakan Calhanoglu intentara calmar la situación poniendo su mano sobre la boca de Onana.
El departamento de contratación del United quedó impresionado con las actuaciones de Onana durante la carrera del Inter hacia la final de la Champions League, pero cuando se discutió con Ten Hag la búsqueda de un portero para reemplazar a David de Gea, fue la personalidad de Onana lo que lo distinguió de otras opciones en la lista, entre ellos David Raya y Diogo Costa (fue lo mismo cuando Ten Hag discutió para fichar a Lisandro Martínez y Casemiro un año antes).
Los detalles más finos del acuerdo para llevar a Onana a Old Trafford tardaron más de lo esperado y llegó después para unirse a la gira de verano por los Estados Unidos. Arribó al hotel del equipo en la zona rural de Nueva Jersey desde el aeropuerto JFK en una minivan con vidrios muy polarizados, y el personal enviado a recibirlo quedó desconcertado por su sonrisa radiante y su entrada entusiasta a pesar de un agotador viaje.