El cáncer de pulmón se diagnosticó en 2,26 millones de personas en el mundo en 2020. Es la principal causa de muerte por tumores, con 1,8 millones de fallecimientos (18%).
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, que depende de la OMS, pronosticó en un estudio que para el año 2040 podría producirse un aumento de la incidencia de cáncer de pulmón del 47% con respecto a 2020 si no se toman medidas adecuadas.
Ante ese panorama, hoy existen diferentes iniciativas que usan la inteligencia artificial como una ayuda para detectar el cáncer de pulmón más temprano, tanto en personas que han consumido tabaco como en otras que no lo hicieron pero pueden haber sido afectadas por el humo del cigarrillo, los asbestos, o la contaminación del aire.
En el noreste de los Estados Unidos, el sistema de salud privada AtlantiCare utiliza la llamada “clínica virtual de nódulos Optellum”, que consiste en una tecnología de inteligencia artificial que se integra en el programa de diagnóstico precoz del cáncer de pulmón.
Ayuda a diagnosticar el cáncer de pulmón en personas que no presentan factores de riesgo o síntomas conocidos o que no tienen motivos para estar atentas a su salud pulmonar. Lo que hace es usar múltiples bases de resultados de tomografías computadas de pulmones de pacientes de los Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea.
Al analizar esos resultados con los de paciente que se quiere estudiar, la IA permite al equipo de profesionales de la salud detectar incidentalmente nódulos pulmonares minúsculos y sospechosos en las fases más tempranas. Además, la función integrada de predicción del cáncer de pulmón permite al equipo priorizar a las personas en riesgo para su control y seguimiento.