La adaptación por la pandemia para aprender y trabajar y los acelerados avances tecnológicos pusieron la educación al alcance de un clic, y esa tendencia llegó para quedarse, según un estadio dado a conocer por la plataforma Conekta.
Por ejemplo, los especialistas en pagos en línea reportan que las transacciones electrónicas en escuelas privadas se dispararon en un 490% durante 2023, mientras que los servicios educativos personalizados aumentaron en 26% solo entre junio y julio frente al mismo periodo de un año antes.
Esto confirma que las industrias del país tienen el desafío constante de adaptarse a las preferencias de consumo de las personas —lo que también se traduce en oportunidades de negocio—, y el sector educativo no es la excepción.
A través de un reporte, explica que a medida que los estudiantes regresan a las aulas, se identifican patrones de consumo que reflejan que tanto maestros como alumnos aún aprovechan los beneficios del comercio electrónico.
Es decir, aunque en la mayoría de las actividades ya se retomó la ‘normalidad’, algunas operaciones se mantienen a distancia, sin contacto o en línea, principalmente porque se considera que facilitan la vida.
Esto implica que los sucesos globales como la pandemia, la búsqueda de competitividad y la adopción de tecnología y digitalización, cambiaron las formas de consumo para implementar nuevas formas de aprender y enseñar.