En un primer momento, los bomberos griegos hallaron los cuerpos carbonizados de 18 personas, posiblemente migrantes, en el bosque de Dadia, en el noreste de Grecia y cerca de la frontera con Turquía. Poco después, los equipos de rescate encontraron otro grupo de ocho personas carbonizadas en la zona.
Se trata de un territorio elegido de manera frecuente por migrantes para entrar al país, declaró el portavoz del cuerpo, Yiannis Artopios, en la televisión.
Artopoios declaró que las 18 personas, que “probablemente habían entrado de manera irregular” en el país tras cruzar el río Evros, fronterizo con Turquía, murieron por los incendios declarados en las últimas horas.
La policía griega ha activado un equipo de reconocimiento de víctimas y ha comenzado a investigar lo sucedido. En la zona se han evacuado varias poblaciones debido a la cercanía de las llamas, azuzadas por las altas temperaturas, la sequedad y los fuertes vientos.
Estas muertes elevan el número total de víctimas de los incendios de esta semana a 28, después de que otro presunto migrante y un pastor fueran encontrados muertos el lunes, en esta zona y en el norte de Atenas respectivamente.