Por Jesús Alvarado
Nuestro país ha tenido algunos momentos de oportunidad de cambiar la historia de desarrollo de los mexicanos; pero hemos desaprovechado el tratado de libre comercio, los precios altos del petróleo, la entrada del nearshoring, así como la actual fortaleza de nuestra moneda.
Hoy se presume una moneda fuerte frente al dólar. La entrada de miles de millones dólares producto del nearshoring y de las remesas –pff, las remesas- a nuestro México. Se presume nuestras riquezas nacionales, y la creación de miles de empleos en el país.
Hemos perdido históricamente la oportunidad de crear una nación pujante. Y para que ello pueda lograrse, nuestra sociedad, nuestros más de 120 millones de mexicanos que habitan en el país, deben tener ingresos suficientes para una vida de buena calidad.
La realidad es que, en el territorio azteca, cinco de cada 10 trabajadores tienen remuneraciones laborales equivalentes a un salario mínimo o menos. Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, poco menos del 1% de los trabajadores gana más de cinco salarios mínimos al mes.
Agreguemos leña al fuego, en México la mitad de los trabajadores están en la informalidad y el 47% de ellos gana, como máximo, el equivalente a un salario mínimo.
Es un hecho, una realidad, que en nuestro país se quiere exprimir al trabajador hasta el máximo con poco beneficio económico redistribuido. El empresario, el emprendedor, el inversionista, no ven las ventajas de tener a sus empleados con buenos dividendos.
Si bien, se ha incrementado el salario mínimo, falta mucho por avanzar. Condiciones laborales, de seguridad social, salud y derecho de acceso a la vivienda. Se requiere revisar en base beneficio y no político, las aportaciones al IMSS y al INFONAVIT, que parecen querer quebrar a las empresas. Y ni hablemos del servicio que dan dichas instituciones.
Porque también es justo mencionar que al empresario le sale no caro, sino carísimo, los pagos de impuestos y de las instituciones ya mencionadas por cada trabajador. Hay que analizar todos los puntos.
Un peso fuerte, con salarios pobres. Así veo al país, con una economía sólida, que se ha mantenido a pesar de las decisiones de los gobiernos. Una mano de obra capacitada, calificada, pero maltratada. Que se le trata como si le regalaran las cosas, cuando se lo han ganado.
Son pocas las entidades federativas donde existen salarios dignos y empleo constante. Coahuila es una de ellas, pero sí, con sus asegunes sin resolver como la región centro y carbonífera.
EL REMATE
Bueno y en qué trabajan los mexicanos. Le comento que 25.5 millones de personas que representan 43.5 por ciento de la población ocupada del país lo hacen en servicios. En el comercio, lo hacen 11.5 millones de personas. En la industria manufacturera lo hacen 9.8 millones de personas, y 6.5 millones en las actividades agropecuarias –cada vez menos-, 4.6 millones en la construcción, y otras actividades como la minería.
En comparación con el mismo mes de 2022, los sectores con mayor incremento en su población ocupada fueron: servicios profesionales, financieros y corporativos, con 437 mil personas y comercio, con 368 mil.