Por Israel Reyes
Montesquieu fue uno de los pensadores más influyentes del siglo XVIII. En su obra más conocida, “El espíritu de las leyes”, abogó por la separación de poderes y la necesidad de limitar el poder del Estado. Estas ideas son fundamentales para cualquier sistema democrático y siguen siendo relevantes en la actualidad.
Además, Montesquieu fue un defensor de la tolerancia religiosa y la libertad de pensamiento, cuestionando las prácticas religiosas y las creencias dogmáticas. Hoy en día, vivimos en un mundo cada vez más dividido por diferencias religiosas y políticas, y las ideas de Montesquieu pueden ser útiles para fomentar la libertad y la tolerancia.
Por otro lado, algunos argumentan que las ideas de Montesquieu no son suficientes para abordar los problemas políticos y sociales contemporáneos, como el cambio climático, la desigualdad económica y social y la injusticia racial. Si bien es cierto que estas amenazas son urgentes y requieren soluciones prácticas, esto no significa que las ideas de Montesquieu pierdan su relevancia en el mundo actual.
Charles Louis de Secondat, señor de la Brède y barón de Montesquieu, filósofo y escritor francés del siglo XVIII, dejó como legado una obra fundamental para la historia de las ideas políticas, donde precisamente en estos tiempos de cambios, incertidumbre, campañas y propaganda resulta muy vigente. Justo en El Espíritu de las Leyes hace mención de que las leyes inútiles debilitan a las necesarias y de que no hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia. Hoy en día su obra parece haber perdido relevancia y no es tan leída como antes.
Este hecho se puede explicar por varias razones, una de ellas es la complejidad de su obra. Para entender las ideas de Montesquieu se necesita un conocimiento profundo sobre la historia de la política y la filosofía, y esto no es algo que todo el mundo tenga. Además, su obra no es fácil de leer, por lo que muchas personas pueden considerarla aburrida o tediosa.
Otro factor que contribuye a la falta de relevancia de Montesquieu es que muchas de sus ideas ya fueron aceptadas y asimiladas por la sociedad moderna. Esto hace que su obra parezca demasiado obvia o incluso banal. Por ejemplo, la idea de la separación de poderes hoy en día parece tan obvia que es difícil concebir una sociedad sin esta división. Pero ahora que la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el poder ejecutivo han tenido sus desencuentros, resulta conveniente echarnos el clavado.
Sin embargo, esto no significa que Montesquieu no tenga nada que aportar en la actualidad. Muchas de sus ideas y teorías pueden seguir siendo relevantes y útiles para entender la sociedad y la política modernas. Por ejemplo, su idea de la soberanía popular sigue siendo fundamental para entender el funcionamiento de las democracias modernas.
Por eso, es importante que los estudiosos y los interesados en la política y la filosofía no descarten a Montesquieu como irrelevante o pasado de moda. Para entender nuestra propia sociedad y nuestras propias ideas, es necesario conocer la historia de las mismas y los pensadores que las han moldeado.
La obra de Montesquieu sigue siendo relevante en la actualidad, especialmente en lo que respecta a la separación de poderes y la libertad de pensamiento. Sin embargo, esto no significa que sus ideas deban ser vistas como un fin en sí mismas; en cambio, deben ser consideradas en el contexto de los desafíos políticos y sociales actuales. Como tal, es importante tener una comprensión completa del pensamiento de Montesquieu y su legado, y utilizarlo como una herramienta para abordar los problemas políticos y sociales del siglo XXI.