Por Jesús Alvarado
No queramos engañarnos, que la relación peso dólar en el 2023 siga siendo favorable a favor de los mexicanos, no es un signo de recuperación económica. Los precios de la canasta básica no bajan, y los productores del campo siguen ganando mucho menos que antes.
La tierra azteca siempre ha producido, aunque no han sido los mexicanos los grandes beneficiados de dicha producción. Muchas empresas tanto mexicanas como extranjeras se hacen millonarias y hasta multimillonarias, pero tampoco han sido la mayoría de los mexicanos los grandes beneficiados.
Salinas de Gortari, ex presidente de México, dio inicio al introducirnos a lo que hoy se conoce como globalización, con grandes desventajas para el país, al no haberlo hecho con preparación y estrategia. Otro ex presidente, Ernesto Zedillo, obligado ante las circunstancias que vivía la nación, es el impulsor de una banca regulada con instituciones como el Banco de México, así como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Las administraciones de Fox, Calderón y Peña Nieto siguieron y gozaron los beneficios de estar nuestro país en un comercio globalizado. Con las ventajas y también sus desventajas de ser vecinos con los Estados Unidos en su frontera sur.
Todos ellos. De alguna u otra manera hicieron fuerte nuestro sistema bancario, lo que ha permitido no sufrir de manera grave algunos eventos mundiales con daños menores hasta cierto punto para la economía mexicana.
Lo que no hicieron, y lo que sigue sin hacerse, es proteger el valor de la tierra mexicana, el capital humano de nuestro país, que son los propios mexicanos. En esta tierra extranjeros se hacen millonarios, unos cuantos mexicanos, y los demás divididos entre clase media y baja.
Hoy la administración del presidente López Obrador fanfarronea por el logro de en todo 2023 llevar una victoria del peso mexicano sobre el dólar, una victoria con más mérito del Banco de México, de la entrada de remesas al país –lo que no debe considerarse un logro- y de las exportaciones del país.
Una manera de medir en esta administración el fracaso en materia económica es la siguiente. El gobierno federal ha roto récord en presupuesto para programas sociales, pero también hoy en día hay más pobres que el sexenio pasado. La inflación no cede, no bajan los precios de los alimentos básicos de los mexicanos.
La región del norte de México, y una parte del centro del país son las que más crecen. Pero no su número de hospitales. El Instituto Mexicano del Seguro Social no se da abasto con los derechohabientes; manteniendo infraestructura obsoleta, y ahora con un incremento de atención por el fracaso del Instituto de Salud del Bienestar.
No habrá REMATE, porque toda la columna es un remate. El campo mexicano nunca de los nunca realmente ha funcionado, y ahora menos. Si comparamos lo que gana un productor en USA o un trabajador del campo de este mismo país, con lo que se gana en México, le doy mi palabra que reímos y lloramos al mismo tiempo juntos.
Quiere otro dato. Bueno la producción de mayor calidad mexicana en la mayoría de los productos se exporta al mundo, y lo de menos calidad se queda para consumo de los mexicanos.
¡Hasta aquí mi reporte, Joaquín¡
