Editorial
Uno de los extremos más necesarios y más olvidados en relación con esa novela llamada historia, es el hecho de que no está terminada. Coahuila ha dado, a través del tiempo, personajes emblemáticos que han marcado la historia de México, que dejaron un antes y después, que han logrado colarse en los libros y referentes políticos. Como el movimiento contra la dictadura del porfiriato o como el de la Revolución que acabó con la dictadura militar reuniendo al Congreso que nos dio la Constitución que nos rige hasta el día de hoy.
En la actualidad han sido varios los personajes que han dejado su sello. El más reciente es un joven de 38 años con trayectoria reconocida dentro del plano político y de negocios, su nombre es Manolo Jiménez Salinas. Nacido en Saltillo el 12 de junio de 1984. Estudió Ingeniería Industrial y de Sistemas por el Tecnológico de Monterrey egresando en 2007, continuó sus estudios profesionales concluyendo la Maestría en Administración Pública por la Escuela de Gobierno y Transformación Pública por la misma institución en 2017. Más adelante llegó a realizar los diplomados en Ciencia Política, Negocios y Liderazgo en diferentes universidades de Estados Unidos, China y España. Está casado con Paola Rodríguez López con quien tiene cuatro hijos. Durante su formación académica mostró gran interés en formar parte de diversas actividades en las áreas de política y liderazgo estudiantil, logrando ganar la elección para presidir la Federación de Estudiantes del Tecnológico de Monterrey, Campus Monterrey.
Su participación en la política en las filas priistas, donde cuenta con un legado por parte de su abuelo materno, Luis Horacio Salinas Aguilera, que dejó huella en la historia de Coahuila fungiendo como alcalde de Saltillo, líder estatal del PRI y director de la Escuela Superior de Agricultura “Antonio Narro”, lo que hoy es Universidad Autónoma Agraria “Antonio Narro” (UAAAN). Con ese tamaño de maestro emprendió en el área privada en el ramo de la construcción desde hace más de 15 años donde llegó a la vicepresidencia de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda. También, junto con un grupo de jóvenes empresarios y universitarios creó el proyecto ciudadano Saltillo para Bien, el cual realiza programas de alto impacto social para bien de la comunidad. Estrategia que le ayudó de forma considerable para posicionarse con la población saltillense.
Con todo lo anterior su faceta como político llegó a ser parte primordial en su agenda, sirviendo a Saltillo en diferentes cargos de elección popular. A partir del 2008 inició formalmente su carrera política como representante de la colonia Brisas poniente de Saltillo, así como regidor de 2009 a 2010, diputado local de 2011 a 2014 y como presidente municipal de Saltillo en 2017, llegando a ser el primer alcalde reelecto al recibir la confianza de los ciudadanos para el período 2019-2021. Como alcalde tuvo logros que consolidan hoy por hoy a Saltillo como una de las ciudades con mayor calidad de vida, más competitivas y productivas de México, así como uno de los municipios más seguros del país, además de conseguir el 100 % en transparencia, y dejar la administración municipal con finanzas sanas y sostenibles y, con cero deudas en bancos y proveedores y un superávit de recursos financieros de libre disposición.
Concluyendo momentáneamente su etapa electoral y por los logros destacados dentro y fuera de la entidad, el gobernador del estado, Miguel Ángel Riquelme Solís tuvo a bien designarlo como su Secretario de Inclusión y Desarrollo Social, en donde la confianza y trabajo a marchas forzadas logró impulsar y solidificar la estrategia de Mejora Coahuila. La visión del gobernador Miguel Riquelme y el impulso del secretario Manolo Jiménez lograron hacerle frente a la inflación y la crisis económica que se vive en todo el país, precisamente en los sectores más vulnerables, donde al cierre del año 2022 llegaron a más de 410 mil hogares coahuilenses otorgándoles un blindaje ante esta oleada económica.
Partiendo de eso, y como anécdota para la historia, es que la CNOP Coahuila se pronunció anticipadamente en respaldo de Manolo Jiménez para la gubernatura del estado. De ahí es que otros liderazgos comenzaron a hacer lo mismo en señal de unidad. Antes de definirse el método de elección interna de su partido, se manifestaron otros aspirantes a la misma candidatura. Con serenidad y confianza no sólo logró ganarse el favor de la mayoría de los priistas, sino que también algo importante en una competencia interna: la unidad del resto de aspirantes.
La campaña estuvo tranquila, en donde diversas generaciones contendían por la misma silla. Los adversarios subieron el tono en los debates y por más intensidad que le agregaran a su discurso no permeaba a la sociedad coahuilense. Todo parecía indicar que, desde antes del día, ya sabían por quién votar. Manolo hizo historia por varios factores: rompió récord en el número de votos a su favor, siendo 765,979 coahuilenses dándole su respaldo. También, contra viento y marea desde Palacio Nacional, logró llegar acompañado del carro completo de diputados de su alianza; y por último, es el primer milenial en llegar al poder en Coahuila.
El efecto Manolo Jimenez fue tan efectivo que, haciendo un resumen de cuentas, no era necesario ir en alianza con el PAN y PRD. El Acción Nacional luego de ser por mucho tiempo la segunda fuerza en el estado ahora pasa a la cuarta fuerza aportando únicamente el 6.86% de la elección. Por otro lado, el PRD ni siquiera alcanzó registro dando únicamente el 2.74% de los votos. La potencia de la imagen pública de Manolo le da esperanza al PRI, aunque hay mucho camino por recorrer en términos nacionales.
Se sabe que las luchas fáciles no son luchas, son trampas mortales para ingenuos que creen que la política es vía sencilla, sin tropiezos, ajena a los conflictos, vía triunfal sólo porque así se desea. Manolo lo tiene muy claro: una sociedad sólo conserva en la medida en que puede cambiar, pero a la vez, una sociedad sólo cambia en la medida que solo puede conservar. El priismo coahuilense se cuece aparte, es ahí el punto de equilibrio para el resurgimiento de lo que le corresponde a Coahuila y a México.
¡Enhorabuena, Gobernador!
