Por Fernando Urbano
Falso de toda falsedad resultaron las promesas y los compromisos de transparentar el ejercicio de gobierno de la 4T, en el olvido han quedado aquellas palabras de Andrés, “no somos iguales”, por que ciertamente no son iguales, son peores, y les encanta la opacidad. La administración morenista ha decidido reservar información de cómo gasta los recursos públicos, además han “olvidado” proveer datos a las plataformas de transparencia que los obligan las leyes. El autodenominado “gobierno más transparente de la historia” resultó ser todo lo contrario.
Bajo esta lógica morenista, lo que siempre le ha estorbado al presidente y a su partido, es el INAI, que dicho sea de paso ha sido fundamental para aliviar la opacidad crónica de la que sufre el oficialismo. Es conocida la lucha frontal de López contra los organismos autónomos y particularmente con aquellos que evidencian la realidad que se esconde detrás del discurso hueco del ejecutivo.
De todas las maneras posibles, desde el inicio del sexenio el objetivo era uno solo, sabotear a como diera lugar al INAI para desaparecerlo, o bien para volverlo inoperante, debido a la necesidad de negar la realidad y ocultar la información que evidencia su fracaso en el sexenio.
Las condiciones se dieron y López Obrador no las desaprovechó, al vetar los nombramientos de dos posibles comisionados; y dando instrucciones a los senadores de Morena para que con su mayoría detengan indefinidamente toda la maquinaria institucional que atente contra la opacidad de su gobierno. AMLO fue claro, y a través de Adán Augusto les hizo saber que lo mejor para su gobierno era dejar inoperante al instituto.
Con el INAI desarticulado, Morena ha creado el mundo ideal para el gobierno de López, uno en el que no existe la transparencia. Y para rematar, la Ministra Loretta Ortiz, obediente de su fidelidad a AMLO y su dependencia política, negó una suspensión para que el instituto pueda sesionar y aprobar recursos.
Lopez y Morena, utilizaron por años las herramientas que garantiza el INAI para llegar al poder, y ahora les estorba. Y al menos por lo que resta de la administración harán todo lo que está en sus manos para mantenerlo en el mismo estatus. La única información que vale es la que se dice en las mañaneras, la única verdad es la de él, solo él puede decir quién es corrupto y nadie tiene derecho a cuestionarlo.
La única opción y la más viable, es la que queda en el pleno de la suprema corte para garantizar el estado de derecho, la transparencia, la rendición de cuentas, el derecho de las personas a la información pública y a la protección de los datos personales. La existencia del INAI es necesaria.
