<strong>El Derecho como parte fundamental de las democracias</strong>

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Recuerdo mi primera clase de “Introducción al estudio del Derecho”, el docente que llevaba a cabo la clase nos hizo diversas preguntas y empezó con una muy especial y que para cualquier estudiante de Derecho es inminente su estudio y comprensión; ¿Qué es el Derecho? La RAE define a esa palabra como “el sistema de principios y normas, generalmente inspirados en ideas de justicia y orden, que regulan la conducta humana en toda sociedad y cuyo cumplimiento puede imponerse de forma coactiva por el poder público”, después nos hizo analizar la diferencia entre leyes y Derecho, y se formó un debate muy álgido entre alumnos de Derecho (para variar) unos alumnos decían que Derecho y leyes eran lo mismo, y que no podía haber leyes sin derecho y viceversa, como es costumbre en la aulas de Derecho el intercambio de ideas terminó en nadie convenciendo a nadie y no aceptando los argumentos (muy pobres ya que éramos unos totales inexpertos en argumentación) de otros.
Estudiando no solo las leyes, sino el Derecho en sí, he llegado a la conclusión que el Derecho no solo como ciencia, sino como forma de expresión de una sociedad democrática, es necesario que quienes lo ejerzan sean los más abnegados y mejores seres humanos que la sociedad pueda ofrecer, claro, este pensamiento es utópico porque ni siquiera el que esto escribe es parte de la mejor expresión de la sociedad, ni creo ser abnegado, sin embargo, creo firmemente que las instituciones que imparten justicia son las encargadas de mantener el estado de Derecho dentro de las sociedades democráticas, y esto es debido a que dichas instituciones al ser autónomas y tomar sus decisiones con base en hechos probados y tener la responsabilidad de argumentar sus decisiones jurisdiccionales son básicas para que la democracia y las distintas ideas que emergen de una sociedad democrática sean respetadas y tomadas en cuenta por todos.
Como expresé en líneas anteriores, es indudable la importancia de las instituciones que imparten justicia en las democracias porque a diferencia del poder ejecutivo y legislativo, el poder judicial solo puede basar su actuar en hechos probados y su actuar tiene que estar sustentado en argumentos basados en las reglas que ya están preestablecidas.
Dicen unos “para ser completamente libre hay que ser esclavo de la ley” pero hay otros que dicen “cuando la injusticia se haga ley, que la resistencia se convierta en un deber” ¿habrá una media entre estas dos opiniones? ¿sería posible resistir desde el Derecho? ¿Ha habido resistencia a leyes injustas? Estas preguntas trataré de contestarlas la próxima semana, en tanto, reflexionemos y exijamos a las instituciones que imparten justicia JUSTICIA.

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