<strong>El costo de la democracia</strong>

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Editorial 

Democracia es una palabra que implica largos discursos, libros, ensayos y pláticas. Es imposible hablar de nuestra democracia sin partir de su historia, su evolución y de lo que nos cuesta como mexicanos. También es relevante la confianza en las instituciones que la sostienen, ya que de ello influye su variación, su permanencia y por desgracia también su extinción. Es importante saber que las elecciones, los gobiernos e incluso los mismos partidos políticos, también pueden matar la democracia.

La confianza en las instituciones, el interés ciudadano y la transparencia han disminuido en las democracias, generando una discusión sobre sus implicaciones en la formación de capital social y en el funcionamiento de los mecanismos de representación y formas de gobernanza en la democracia. La confianza es un elemento esencial para tener una democracia estable y de calidad, distintas encuestas ponen de manifiesto que la confianza en las instituciones y entre las personas se ha erosionado alrededor del mundo, ante esta realidad se ha generado un debate sobre la compleja relación entre democracia y confianza desde distintas disciplinas y enfoques. 

Se acerca el 2024 y las ocurrencias para con nuestra democracia persisten por parte del ejecutivo. Los sólidos cimientos que ha dejado nuestra historia han logrado que siga firme y digna la institución que hoy seguimos conociendo como INE. El autoritarismo que habíamos dejado en el pasado ahora se recrudece paradójicamente por la vía democrática. Recordemos a Vargas Llosa cuando hace algunas décadas describía nuestro sistema político refiriéndose a él como la “dictadura perfecta”, señalando la poderosa hegemonía que se encontraba gobernando en esos momentos. Ahora falta poco para que el péndulo de la historia haga su retorno. Nos ha costado mucho nuestra democracia a lo largo de los años, pero hemos visto y disfrutado de sus frutos. Su autonomía ha sido, hoy por hoy, la espada de Damocles. 

La transición se centró en la construcción de un sistema electoral competitivo. No obstante, fue en la década de 1990 que se dieron también otros cambios relevantes que contribuyeron a fortalecer el proceso del cambio político. En especial, la reforma al Poder Judicial que entró en vigor en 1995. A partir de esta reforma la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) fortaleció su autonomía, además de adquirir facultades de realizar el control de constitucionalidad, es decir, de revisar los actos de los otros poderes (Ejecutivo y Legislativo) para garantizar que estén acorde con la Constitución y que respeten los derechos humanos. A partir de ahí surgieron otros órganos autónomos, encargados de aplicar funciones fundamentales y así ser un contrapeso a los poderes como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). 

En treinta años ha sufrido importantes cambios nuestras reglas electorales así como las relaciones entre los actores que participan y quieren participar en el sistema político mexicano. Las instituciones que nacieron para ser contrapesos ahora cuentan con mayor legitimidad e influencia en la sociedad. Los políticos también evolucionaron, surgieron nuevos partidos, otros desaparecieron o cambiaron de alianzas. Los gobernadores adquirieron mayor importancia en el ámbito nacional, al igual que las organizaciones de la sociedad civil y los medios de comunicación.  El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó para el ejercicio fiscal 2023 un presupuesto de 13 mil 987 millones 856 mil 773 pesos ya contemplando el recorte aprobado por la Cámara de Diputados que fue de 4,475 millones de pesos siendo el organismo autónomo con mayor reducción de presupuesto. En ella se encuentran varios rubros, entre ellos las elecciones del Estado de México y Coahuila. 

En Coahuila, el monto total del financiamiento público para el ejercicio fiscal 2023 acordado arrojó un total de 233 millones 613 mil 545.47 pesos que se aplicarán en los siguientes rubros: 146 millones 260 mil 307.91 pesos para las actividades ordinarias permanentes; 4 millones 387 mil 809.24 pesos para actividades específicas; 80 millones 771 mil 523.71 pesos para los gastos de campañas para los partidos políticos y 2 millones 193 mil 904.61 pesos para los gastos de campaña para las candidaturas independientes. Según el censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) nuestra entidad cuenta con 3 millones 147 mil habitantes, es decir, el costo per cápita de nuestra democracia coahuilense será de 74.23 pesos. 

Del financiamiento público por concepto de gastos de campaña para este proceso electoral que viene, las rebanadas del pastel por partido político serán de: 10 millones 290 mil 143.96 pesos para el PAN; 34 millones 145 mil 200.18 pesos para el PRI; 1 millón 462 mil 603.07 pesos para el PRD. Es decir, la Alianza Va por México contará con un presupuesto de 45 millones 897 mil 947.1 pesos. El PT tendrá un presupuesto de 1 millón 462 mil 603.07; el PVEM 6 millones 153 mil 902.46 pesos; el partido UDC obtendrá 9 millones 760 mil 681.65 pesos, que en su alianza con el Verde el monto total será de 15 millones 914 mil 584. 10 pesos. Movimiento Ciudadano recibirá 1 millón 462 mil 603.07 y Morena percibirá 16 millones 033 mil 786.25 pesos.

Ni más ni menos deben los partidos políticos de ejercer para dar el ejemplo de transparencia y por añadidura de buen gobierno. 74.23 pesos por coahuilense será el costo, hagamos que valga nuestra democracia por el futuro de Coahuila.

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