Entrevista a Cecilia Ileana de la Garza Martínez, Rectora Universidad Politécnica de Ramos Arizpe

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¿Qué has modificado como persona y en temas de la universidad desde la llegada del COVID?
Como persona y en la universidad. Creo que ha sido un cambio que fue a fuerza para todos. Aquí en la universidad ha sido un proceso complicado porque de estar al cien por ciento en clases presenciales, para luego no contar con clases presenciales, donde no estábamos listos en ese sentido y tuvimos que generar un campus virtual y a partir de ahora que ya los muchachos están de nueva cuenta en clases normales, el campus virtual como quiera sobrevive. En qué sentido, pues ya adaptamos muchas de las evaluaciones y actividades, material, entre otras herramientas. Hemos cambiado mucho la dinámica.
Personalmente ha sido una de las etapas más difíciles que me ha tocado vivir en el sentido de la estrategia que se iba a implementar para poder regresar a clases y estar a salvo.
¿Qué tanto han batallado como institución para que regresen docentes y alumnos ante la nueva normalidad?
Nosotros regresamos a clases desde septiembre de 2020. Todavía era un momento crítico. Fue por etapas, bloques y demás que regresamos. Pensamos que iba a ver demasiada resistencia. Creo que les da más miedo ahora que ya no hay tantos casos tan graves como antes, pero la verdad es que nunca tuvimos un momento en que los alumnos optaran por la ausencia, tampoco un momento en que los maestros manifestaran no querer regresar. Tratamos de manejar todo a través de comunicados muy claros y muy específicos de la dinámica que se iba a llevar para que tuvieran tranquilidad, para que estuvieran seguros. Entonces, no hemos tenido complicación.
Algo que identifique, es que muchos alumnos de otras universidades buscaron a la UPRA para cambiarse y venir a estudiar con nosotros, precisamente por la manera en que adaptamos las clases. Mucho tuvo que ver lo que te decía del campus virtual, porque eso nos permitió habilitar un programa para trabajadores, lo que hace que aquellos mayores de 21 años, que tienen la necesidad de trabajar, ya tienen opción de cursar la carrera solo los viernes y sábados precisamente por la dinámica que implementamos.
¿Sentiste que bajo la calidad del aprendizaje de los alumnos por la contingencia sanitaria?
Es un tema que todavía estamos tratando de subsanar, es complicado. No podemos decir efectivamente esto para los muchachos, claro que bajo que el nivel, pero más allá de bajar el nivel académico, cambió la dinámica de aprender. Eso sin duda tiene alguna afectación en el proceso enseñanza aprendizaje, donde entonces más allá de bajar la calidad, los muchachos perdieron un poco el interés de estudiar debido que al cabo lo veían en el celular, en alguna clase grabada. No estábamos listos como sociedad a la educación virtual. Hubo afectación en el proceso de enseñanza aprendizaje, que ahorita todavía estamos tratando de reencaminar a lo que estamos buscando.
De los nuevos modelos que tuviste que implementar durante la contingencia. ¿Cuál o cuáles deben seguir quedándose a pesar de la nueva normalidad?
El programa 21 más, que es el de los trabajadores, llegó para quedarse. También el campus virtual, hay muchas materias que son muy teóricas que se pueden sin problema cursar a través de una plataforma digital. Hay muchas otras que requieren de práctica de los laboratorios. ¿Qué es lo que estamos haciendo? Precisamente combinando las clases con el campus virtual, de tal forma que también le peguemos al tema de la sustentabilidad que es uno de los pilares de la universidad, en el sentido de menos papel, menos copias, menos exámenes e impresiones. El campus ayuda mucho en ese sentido, también nos ayuda en otro pilar, como lo es el bilingüismo y la internacionalización. 
A raíz de la pandemia se generaron muchas alianzas con otros países que nos han permitido tener clases con maestros de todas partes del mundo, en vivo a través del campus virtual. Sin duda, esto también llegó para quedarse. A la distancia con expertos de otros países y otros idiomas. 
¿Qué lugar ocupa la UPRA dentro de este crecimiento exponencial de empresas en la región sureste de Coahuila?
Tenemos ahorita a los tres meses de egresados un porcentaje de colocación del 76 por ciento, lo cual supera la media nacional. Luego los indicadores en educación superior son un poco complejos, pero la UPRA tiene muy buenos indicadores. Una de las claves importantes es que estamos en el corazón del Parque Industrial Santa María de Ramos Arizpe que, aunque no tengamos alumnos, nos piden. No tenemos alumnos en proceso de estadía profesional, que es cuando se van con ellos y como quiera los piden. Tenemos muchos alumnos que están en un tipo de educación dual que vienen dos días a la universidad y el resto de la semana se van a la empresa, realmente es una ventaja. 
Tengo que ser muy honesta, puede haber otras universidades como otras de la región y que a lo mejor no tienen estos porcentajes de colocación. La segunda clave son los programas educativos, las tres ingenierías que ofrecemos son totalmente diferentes a las gamas de opciones que tienen otras universidades; y además el hecho de que los egresados son verdaderamente bilingües, no tiene comparación. Creo que la combinación de todos estos factores es lo que hace que los porcentajes de colocación sean muy altos, pero también que las empresas estén contentas con el perfil de nuestros estudiantes y, algo que a mí me encanta escuchar siempre, es que los directores de preparatoria nos dicen cuando vienen a visitarnos y nos preguntan cómo le hacemos para que la universidad este tan bonita. Pasas a los salones y no ves nada rayado, y es porque los alumnos hacen las limpiezas de sus áreas. Nos preguntan cómo lo aprendieron cuando hace unos meses sí rayaban en la prepa. Desde el día uno la cultura en la universidad es un sentido de pertenencia. 
Los cambios a nivel nacional con la nueva administración. ¿Te ha provocado problemas en el presupuesto?
Es complicado porque por ejemplo nosotros desde 2015 solo ha tenido la construcción de tres edificios. Tenemos uno con 14 aulas, el de laboratorios con tres aulas y la biblioteca que originalmente no tiene aulas, pero la tuvimos que habilitar. Tenemos una matrícula actual de 535 estudiantes, pero en septiembre vamos a tener 740, y solo tenemos capacidad instalada para 420. Desde el 2018 que se ha solicitado un nuevo edificio, no se ha podido tener recurso asignado específicamente para infraestructura. El gasto corriente es 50 por ciento la federación y el otro restante el estado. Hasta ahora se ha recibido lo que en papel debemos de recibir.
¿Las empresas te han hecho comentarios o recomendaciones sobre los nuevos modelos que la industria va requiriendo?
Justo hace un par de semanas estuvimos platicando con la empresa LG-Magna que es una función interesante, ya que van a empezar a producir tecnología para autos eléctricos, nos comentan que efectivamente nuestras carreras son excelentes, pero que no responden al cien por ciento a las necesidades que ellos tienen en la fabricación de autos eléctricos y que Coahuila será de los pioneros en este sentido. Ahorita precisamente estamos trabajando con los gerentes de esta planta y con los jefes de carrera de la universidad para ir adaptando, si bien no podemos cambiar a como tal los programas académicos, vamos adecuar ciertas materias y ciertos procesos en los laboratorios para poder responder a lo que están buscando. No nos vamos a quedar atrás.
Las empresas siempre nos señalan la parte del sentido humano de nuestros chavos. Nos dicen que los mandamos con buen nivel de inglés, que están muy preparados en ciertas áreas específicas Presumo mucho que saben que es un egresado de la UPRA cuando por ejemplo están en el comedor y se levantan de la mesa recogen la basura, nuestros muchachos son muy ordenados. 
¿Cuál es la posibilidad de estudiar en la UPRA para las personas mayores?
Una de las frases que siempre decimos, no es un eslogan ni un lema como tal, pero nadie se debe quedar sin estudiar. Tenemos un programa muy específico que garantiza que se generen oportunidades absolutamente para todos. Nuestro alumno más grande hoy por hoy tiene 50 años, está estudiando ingeniería en manufactura y su hijo también es nuestro alumno en el programa regular. 
¿Cuál es el presupuesto anual de la UPRA y en qué se ejerce?
Es alrededor de los 14 millones de pesos. La mitad de ello es de la federación y la otra mitad del estado. El 92 por ciento del presupuesto destinado se va al capítulo 1000, que es nómina y prestaciones. El otro porcentaje principalmente en servicios generales, como lo son luz y transporte. 
¿Cuál es la meta a corto y mediano plazo de la UPRA?
A corto plazo es acreditar los programas académicos de la universidad. Es simplemente posicionar a la universidad de tal forma que podamos consolidar lo que ya hemos venido trabajando. A mediano y largo plazo es garantizar el crecimiento de la universidad para poder generar espacios. La UPRA llegó para transformar la educación en Coahuila y debemos seguir por ese camino.

 

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