“No se puede decir: Nada es seguro, nada es probable, nada es honesto. Mejor errar por omisión que por comisión: mejor abstenerse de dirigir el destino de los demás, puesto que ya es bastante difícil conducir el de uno mismo”.
Primo Levi, “La llave estrella”, 1978.
Encabezar una misión como la de la Ciudad de México con la presión política y moral que conlleva ser parte de un movimiento que se ostenta como la cuarta transformación de todo el país seguramente no es sencillo. Más aún cuando se aspira a suceder al presidente que la ha respaldado a lo largo de su carrera política logrando, hasta ahora, gobernar el bastión más importante del partido que elección tras elección ha ganado territorio considerable en tiempo récord a lo largo y ancho de México.
No obstante, los resultados administrativos y políticos para la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, han sido desastrosos desde el 2021 perdiendo electoralmente seis de las trece alcaldías que gobernaba, dejando a la oposición con nueve ayuntamientos como bastión enemigo. Además de cargar con los pecados del pasado y responsabilizarse pero sin asumir las consecuencias por la tragedia ocurrida el tres de mayo de ese mismo año en la línea 12 del metro con un resultado de 26 fallecidos y 80 heridos. Sin deberla, ni temerla. Víctimas de la omisión criminal.
La tragedia del metro debió ser una señal de alerta para generar un diagnóstico y así emprender un proyecto del tamaño que la Ciudad de México necesita. No importaría el tiempo ni las gestiones pertinentes para lograr darle dignidad a la movilidad de cada capitalino y así llevarse los honores para ser la siguiente en la silla presidencial. No fue así, las viejas prácticas son hechas nuevas para los cuatroteístas, donde llegan a auto engañarse pensando que flotar es sinónimo de gobernar.
La efervescencia electorera y la aspiración por lograr el cargo más preciado que todo político mexicano desearía la llevó todavía a actos anticipados de campaña. En donde diputadas y diputados federales asumieron las consecuencias dejando limpia la imagen de la jefa de gobierno al tratar de posicionarla en espectaculares y bardas pintadas con su perfil griego. Los fines de semana, “los días inhábiles para cualquier gobernante” los invertiría en giras por las entidades del país para posicionar su imagen y darle rostro a ese perfil esparcido por toda la república. La falta oficio político y el descuido nuevamente ronda por las calles de la CDMX, ahora con el accidente del 7 de enero del presente año en la línea 3 del metro. Una estudiante de Artes y el conductor del metro perdieron la vida, sumándose a las anteriores que lleva la administración.
Para un presidente que llegó a afirmar que lo que se necesita es “90 por ciento lealtad y 10 por ciento capacidad”, puedo afirmar que, en efecto #EsClaudia.
