De moda esta hablar de los aranceles. Hasta los jóvenes hablan de ellos. No crea que, por ese interés de la economía nacional, sino porque en su mundo afecta los precios y tardanza al mercado norteamericano.
Dejemos de un lado si el presidente Donald Trump sabe o no lo que hace. El efecto de ellos es importante. Es hecho, que sus decisiones no solo afectaran la economía de los mexicanos, también los de sus propios ciudadanos.
Hay una realidad mis estimados lectores. No es cierto que nuestras fronteras se están llenando de miles de migrantes deportes. Es totalmente falso y es una razón muy poderosa. Hablamos de la mano de obra calificada de los Estados Unidos de América.
Podría decirse que la población de ambos países tiene miedo. Y si, porque ven un rompecabezas y no una estrategia alineada de dotar de seguridad como de un desarrollo económico.
Ambos países se necesitan. Por cierto, si bien hay un lastre en seguridad nacional que ahora le corresponde a la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, lo cierto es que viene heredado de décadas de una estrategia fallida en la materia.
Hay miedo, miedo entre la población de ambos países. Del lado mexicano sociedad, iniciativa privada y aunque el gobierno trata de señalar efectos pequeños, la realidad es que se piensa de una economía que pudiera colapsarse.
Del lado norteamericano los empresarios sienten que su presidente en un afán de revivir el nacionalismo y liderazgo de su país pudiera provocar un daño colateral en el país de las barras y las estrellas.
México y Estados Unidos se necesitan. Pero, este momento debiera servirnos para reflexionar varios puntos. Uno de ellos, pero un antes y después en la estrategia nacional en materia de seguridad. Dos, poner una barrera estricta de quienes entran a nuestro país y porqué. Tres, buscar mercados económicos diferentes al de nuestro vecino del norte; para no depender de una sola economía.
No nos hagamos pato. Nos hemos confiado, hemos tirado flojera para que nuestro país sea una potencia económica mundial y hoy sufrimos las consecuencias de ello.
A esta historia todavía le falta mucha carretera por recorrer.
EL REMATE
Siempre será lamentable la muerte de una persona. Vamos a datos de cuantas personas fallecen en nuestro país producto de accidentes de tránsito. En nuestro país hay un promedio de 43 personas al día que fallecen en accidentes viales.
La seguridad vial aún es una emergencia de salud pública en el mundo. Al menos 1.3 millones de personas pierden la vida cada año en accidentes viales, es decir, una muerte cada 25 segundos, alertaron especialistas en la primera reunión regional para América Latina de la Alianza Global de ONG para la Seguridad Vial y la Fundación Aleática para la Seguridad Vial.
Cuidarse y cuidar a los demás al manejar es tarea de todos.