Entrevista a Pedro Casas, Boxeador Profesional

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El próximo 14 de diciembre, el boxeador saltillense Pedro Casas disputará su segunda pelea profesional en el gimnasio Cloroformo Gym, un evento que promete grandes emociones desde las 6 de la tarde. Con una destacada trayectoria amateur que incluye más de 115 combates, 14 de ellos nacionales, y múltiples medallas en competencias nacionales, Pedro se muestra listo para brillar una vez más en el cuadrilátero. “Espero que la gente venga a apoyarnos; será una gran oportunidad para disfrutar del boxeo local”, destacó el pugilista.

Pedro, ¿podrías contarnos un poco sobre ti?

Claro, mi nombre es Pedro Casas, tengo 21 años. Soy estudiante de la Facultad de Ciencias de la Administración y por supuesto, boxeador profesional. Llevo entrenando este deporte desde los 12 años, así que ya son casi 9 años dedicados a este camino.

¿Qué fue lo que te atrajo del boxeo cuando eras más joven? ¿Por qué decidiste entrenar en este deporte?

Desde que tenía 12 años me llamó mucho la atención. Fue algo que surgió de manera un poco espontánea. Siempre fui una persona con mucha energía, y el boxeo me pareció el deporte ideal para canalizar esa energía. Lo que más me atrajo fue la disciplina que impone este deporte. Al principio, no era algo que había planeado, pero con el tiempo se convirtió en parte fundamental de mi vida. Llega un punto en que, si no entreno, siento que me falta algo, y el boxeo se volvió mi rutina diaria y mi pasión. Crecí en la colonia Miguel Miramón, cerca de la colonia Santa Teresa. En ese entonces, solía pasar mucho tiempo en la calle, jugando con mis amigos, un día, unos chicos de la zona, que ya entrenaban box, me invitaron a un gimnasio local, en ese gimnasio, la gente de la zona, como los pandilleros y otros jóvenes del barrio, se reunía a entrenar. Yo solía ser muy peleonero, siempre andaba en problemas, así que fue algo que me llamó mucho la atención. Fue casual, pero también fue el principio de un camino que me llevó a enamorarme del boxeo.

Vivir en una colonia con tantas tentaciones como el pandillerismo y las drogas debe haber sido difícil. ¿Cómo lograste mantenerte alejado de todo eso y enfocarte en el boxeo?

Creo que fue clave la edad en la que comencé a entrenar. Entré al box a los 12 años, una edad en la que aún no tienes una identidad completamente formada y donde te relacionas mucho con las personas a tu alrededor, yo siempre fui muy inquieto, y esa energía la canalicé en el deporte. Al principio, el boxeo se volvió un reto y me enganchó porque empezaba a competir, a pelear en el ring. Eso me fue alejando poco a poco de las influencias negativas de la calle. 

¿Cuándo participaste en tu primera competencia y cómo fue esa experiencia?

Mi primera competencia importante fue en el ámbito amateur, a los 15 años. Antes de eso, entrenaba, pero no sabía mucho sobre el mundo competitivo. Fue una experiencia difícil, ya que en ese entonces era solo un niño peleando contra otros jóvenes más experimentados. Aun así, me motivó muchísimo, porque fue ahí donde entendí lo que significa realmente ser un boxeador, ese fue el inicio, y desde ahí me apasioné más por el deporte. Luego, mi debut profesional llegó de la mano de mi entrenador Héctor Esparza y Víctor Guevara. Ellos han sido clave en mi transición al ámbito profesional.

Pedro, sabemos que compaginar tu vida como boxeador con tu rutina diaria debe ser complicado. Cuéntanos, ¿cómo logras equilibrar tus entrenamientos, tu dieta, tu trabajo y la escuela?

Sí, la verdad es que es bastante complicado. Mi día empieza a las 6 de la mañana. Me levanto para ir a trabajar en una oficina, donde estoy aproximadamente 8 horas. Después, voy directo al gimnasio a entrenar. El entrenamiento dura unas dos horas, y luego, a la universidad (FCA). Salgo de clases en la noche y, finalmente, a descansar. Esa es mi rutina de lunes a viernes. Además, los fines de semana trabajo en un restaurante-bar para obtener un poco más de ingresos y poder cubrir mis gastos. Es un ritmo muy pesado, pero como te mencionaba, el entrenamiento es lo que me mantiene enfocado. Si no entreno, siento que me falta algo en el día.

Mencionaste que estás estudiando en la Facultad de Ciencias Administrativas, ¿por qué decidiste estudiar esta carrera? ¿Cómo llegaste a elegirla?

Es una larga historia, pero en resumen, durante la pandemia empecé un pequeño negocio. Pedí un préstamo a un familiar para abrirlo, pero no tenía ni idea de cómo llevarlo. No sabía nada de administración ni de negocios, y eso me hizo pensar en mi futuro. Empecé a buscar opciones y fue cuando decidí estudiar contabilidad. En realidad, antes de eso estaba estudiando para ser técnico en máquinas de herramientas, y mi visión era ser ingeniero, pero me di cuenta de que, si me dedicaba a la ingeniería, mi tiempo iba a estar 100% enfocado en una planta, lo cual no me permitiría entrenar y seguir con el boxeo. Así que decidí cambiar de rumbo y estudiar algo que me permitiera tener más flexibilidad y tiempo para mis entrenamientos.

Es claro que el boxeo es una parte fundamental de tu vida, pero ¿cómo manejas tus relaciones personales, como con tus amigos o pareja? ¿Qué planes tienes en ese aspecto?

En cuanto a mis amigos, me considero afortunado porque tengo muchas personas que me apoyan y me comprenden. Son personas que saben cómo es mi rutina y entienden que tengo que equilibrar mi tiempo entre trabajo, estudio y boxeo. Cuando hay que disfrutar y divertirse, lo hacemos, pero también saben que cuando tengo compromisos importantes, soy muy serio y me enfoco. Con respecto a una pareja, es algo complicado, especialmente por la rutina tan demandante que llevo. No es fácil para alguien entender lo que implica este estilo de vida, y en este momento no está en mis planes tener una relación seria. Mi enfoque ahora está en terminar mi carrera y seguir en el boxeo. Las cosas se irán dando poco a poco, pero por ahora estoy concentrado en mis objetivos.

Sabemos que tienes una pelea importante el próximo 14 de diciembre. ¿Cómo te estás preparando para este enfrentamiento?

Sí, es una pelea importante. Estamos trabajando muy duro para esa fecha. Mi preparación ha sido intensa: aparte de mi rutina diaria, estamos haciendo dos sesiones de entrenamiento al día, una con mi entrenador Héctor Jesús Esparza, donde trabajamos lo técnico y lo táctico, y otra con nuestro preparador físico, el profe Segura. Estas sesiones son muy exigentes, y me ha costado mucho asimilar el esfuerzo físico, el dolor muscular y el agotamiento. Pero todo esto vale la pena para dar un buen resultado el 14 de diciembre. Es un trabajo pesado, pero lo estamos llevando bien.

¿Cómo te ha sentido tu entrenador, Héctor, respecto a tu preparación?

Héctor me ha dicho que me siente muy fuerte y rápido. Ya estamos en la fase en la que empezamos a reducir la carga de entrenamiento para que el cuerpo se recupere y para poder afinar los últimos detalles. Estoy muy contento con el trabajo que hemos hecho hasta ahora, y creo que estamos listos para la pelea.

¿Y cómo te sientes para esta pelea del 14 de diciembre? ¿Estás preparado?

Me siento fuerte, la verdad. Hemos hecho un buen trabajo de preparación. Lo que me falta un poco más es trabajar en la parte psicológica, porque la mentalidad es muy importante en el boxeo. A veces, me falta un poco de confianza en mí mismo, pero con el trabajo físico que hemos hecho, me siento listo. Creo que estamos bien preparados para esta pelea.

Por último, ¿qué mensaje les das a los jóvenes que están buscando su camino en el deporte o en cualquier disciplina?

Mi mensaje para ellos es que hagan lo que les apasione. La motivación viene de adentro, de las ganas de lograr lo que te propones. Mi consejo es que visualicen lo que quieren, trabajen duro todos los días, sean constantes y disciplinados. Con el tiempo, todo lo demás irá cayendo en su lugar. Si les apasiona algo, sigan por ese camino, porque solo con pasión y esfuerzo van a lograr lo que se proponen.

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