Néstor J. Hurtado Vera.
Hace unos días, recibí una invitación de Aguas de Saltillo, particularmente del Gerente, Iván José Vicente García, porque había escuchado que tienen un programa muy interesante que se llama la “Ruta del Agua”.
Ahí le explican a la ciudadanía, a universitarios, académicos, empresarios y en general a la comunidad saltillense, todo el procedimiento para que el agua llegue a cada uno de los hogares de la Capital del Estado.
Y considerando, que en el ambiente hay mucha “grilla”, basada en desinformación, decidí aceptar la invitación para conocer todos los detalles de un tema muy relevante como lo es el agua, su tratamiento y su cuidado.
Comenzamos en el Cañón de San Lorenzo, que como todos sabemos, ahí se encuentra la zona más grande de captación. Hay que recordar que actualmente nuestra ciudad tiene 94 pozos, y obviamente pasando por estudios hidrogeológicos, posterior a la extracción, se va a un módulo de cloración para cumplir con las normas de salud.
De ahí se manda por un sistema de distribución de más de 3 mil kilómetros, que se renueva año con año por toda la ciudad, para llegar a los depósitos que abastecen de agua a más de 283 mil clientes y a casi un millón de habitantes.
También acudimos al Laboratorio de Calidad del Agua y al Centro de Atención, ambos de primer mundo y con asombrosa tecnología, que sin duda envidiaría cualquier sistema de agua del país.
Me impactó el monitoreo en tiempo real de los estados de los pozos por sectores de la ciudad, a la par del reporte de incidencias que llegan vía telefónica al 072.
Hay que decir que actualmente, Aguas de Saltillo cuenta con una eficiencia de casi el 90 por ciento y que, sumado a esto, tiene tarifas muy accesibles. Personalmente desconocía que el 80 por ciento de los saltillenses paga alrededor de 100 pesos de tarifa.
Pero al margen de ser una empresa público-privada muy eficiente, hay que tener en cuenta que como ciudadanos debemos informarnos y cuidar el vital líquido.
No podemos olvidar que estamos en una zona semidesértica, en donde casi no hay lluvias, donde nuestra única manera de tener agua es por vía subterránea, donde la población sigue creciendo aceleradamente y por consecuencia seguimos con estrés hídrico.
Un dato para reflexionar. En el año 2001, es decir, hace 23 años, Aguas de Saltillo atendía a una población de 520 mil habitantes con 142 mil clientes, y hoy en día se atiende a casi un millón de habitantes y los clientes son 283 mil, mientras que los mantos acuíferos obviamente siguen siendo los mismos.
Concretamente, no veo otra forma de seguir con agua, que apostando por la reutilización y con campañas intensas de cuidado y concientización.
Así que hago una invitación a la clase política y a la ciudadanía, vayan a la “Ruta del Agua”, infórmense y seamos sensibles en este tema.
Finalmente, mi reconocimiento a todo el equipo de Aguas de Saltillo, a su gerente Iván Vicente, a Gabriel Vega, a Génesis Rubio, y a todos los ingenieros y técnicos que brindan de su tiempo para explicar a las y los saltillenses todo este proceso.