Mike Waltz, el próximo asesor de seguridad nacional de Donald Trump, es un congresista republicano y exsoldado con amplia experiencia en defensa y seguridad. Waltz ha propuesto tratar a los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas, argumentando que estos grupos representan una amenaza directa para Estados Unidos debido a su papel en el tráfico de fentanilo y otros narcóticos. Este enfoque, según Waltz, permitiría al gobierno estadounidense desplegar más recursos y utilizar nuevas estrategias para combatir a estas organizaciones.
Con experiencia en la Guardia Nacional y como miembro de las fuerzas especiales de Estados Unidos, Waltz fue coronel y ha desempeñado varios roles clave en el Pentágono y en el Congreso. Recientemente, co-presentó una iniciativa legislativa junto al congresista Dan Crenshaw que busca autorizar el uso de la fuerza militar estadounidense contra cárteles mexicanos, justificando esta acción como un medio de defensa ante el “envenenamiento” por fentanilo que afecta a miles de estadounidenses cada año.
La iniciativa de Waltz también se enmarca en su visión sobre la seguridad nacional en un sentido más amplio. Ha criticado la influencia china en Asia-Pacífico, el involucramiento de Rusia en conflictos internacionales y la retirada de tropas de Afganistán durante el gobierno de Biden. Waltz ha sugerido que Estados Unidos debe prepararse para una confrontación en el Indo-Pacífico y ha defendido el fortalecimiento de las alianzas con países de esa región.
Como presidente del subcomité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes que supervisa la logística militar y miembro del comité selecto de inteligencia, Waltz ha argumentado en favor de armar más rápidamente a Taiwán y modernizar el equipo militar estadounidense para responder a las crecientes tensiones en Asia.
Además, Waltz tiene experiencia en el análisis de las relaciones internacionales de Estados Unidos en su libro “Hard Truths: Think and Lead Like a Green Beret”, donde expone una estrategia para evitar la guerra con China. Ha expresado su apoyo a una política exterior que considere a aliados como la OTAN fundamentales para la seguridad estadounidense, destacando la necesidad de presión diplomática para que los miembros de la alianza contribuyan más en materia de defensa.
La cercanía de Waltz con Trump ha sido evidente en eventos recientes, como su presencia en las audiencias judiciales del expresidente. Su lealtad y disposición a respaldar las políticas de Trump lo colocan como un miembro clave de su futuro equipo de seguridad nacional, donde su enfoque sobre seguridad podría influir en la manera en que Estados Unidos interactúa con otros países, especialmente México y China.