Néstor J. Hurtado Vera.
El pasado miércoles vimos en redes sociales y prácticamente en todos los medios de comunicación, la noticia de que el Secretario de Seguridad Pública en Coahuila, el señor Federico Fernández Montañez, acudió al Congreso del Estado para entregar su papelería y anotarse en la lista de aspirantes para dirigir a la Fiscalía General de Coahuila.
Como recordarán, en este mismo espacio editorial, obviamente antes de su registro, comentaba que hoy por hoy, no existe en Coahuila un cuadro mejor preparado y sobre todo con la experiencia para asumir dicho cargo.
Ojo, aspirantes con buena formación académica existen muchos, pero con la experiencia en cargos de seguridad y además con buenos resultados, únicamente hay uno y se trata de Federico Fernández.
Siempre que hablo del tema de seguridad en nuestro estado, como coahuilense me gusta presumir el “Modelo Coahuila”, que hoy en día es ejemplo nacional, y que nos tiene como la entidad más segura del país, según el Instituto Mexicano para la Competitividad y como el tercer estado con la mejor percepción de seguridad según el INEGI.
De hecho, ante el terrible clima de inseguridad que lamentablemente enfrentan otras entidades, el Gobierno Federal ha anunciado que replicarán estrategias que, en Coahuila, todos sabemos han funcionado, como la estrecha coordinación, la proximidad o la inteligencia.
Y en el modelo que está implementando el gobernador, Manolo Jiménez, ¿quién es su hombre clave?, la respuesta es sencilla, Federico Fernández y todo su equipo de valientes que han sabido mantener la paz en Coahuila y eso en todos los demás rubros de gobierno, resulta indispensable.
Porque, luego se nos olvida, pero ¿por qué siguen llegando grandes empresas y buenas inversiones a Coahuila?, sencillamente porque hay seguridad y mantener eso, créanme que no es cosa para nada menor.
Entonces, sostengo que los resultados del actual Secretario de Seguridad, y no solo de ahorita, desde que era el comisionado de seguridad en Saltillo, en donde implementó mecanismos innovadores y sin precedentes, como la atención por vía de grupos de whatsapp, lo convierten en el único aspirante en donde convergen preparación y resultados en la materia.
De hecho, cuando inició en temas de seguridad, fue en la entonces Procuraduría General de Coahuila, es decir, no solo en operatividad, también domina las acciones de investigar y perseguir los delitos que dañan a nuestro estado de derecho.
Creo que como coahuilenses ya aprendimos a opinar, a criticar o diferir, lo cual es sano en cualquier democracia, pero también hemos aprendido, después de los años duros de violencia que tuvimos, que, en seguridad, no hay margen para grillas o improvisación. Por eso creo que habrá unidad en este tema y obviamente después de analizarse, la balanza se inclinará por Fernández Montañez.
Mi llamado a las y los legisladores, es que evalúen capacidad y resultados, ya que sin lugar a dudas se necesita de un perfil que conozca las partes finas de la operatividad, y sobre todo con la sensibilidad a la hora de investigar.
Globalmente, y analizándolo fríamente, esto abonaría a reforzar el modelo de seguridad que como mencionaba, nos tiene como la entidad más segura de México.
Como decían nuestros abuelos, “si jala bien, ni le muevas”.
Finalmente, si la coordinación estrecha, nos ha dado un estado con paz y tranquilidad, veo muy positivo que la Fiscalía de Coahuila quede en buenas manos.