Por: Rubén Duarte García
Hola, amigos de La Revista EL Ahuizote. Hoy tenemos un invitado muy especial, conocido en Saltillo y más allá: Humberto Velázquez, el payaso Bogus. Gracia por acompañarnos. Para comenzar, ¿podrías contarnos un poco sobre tu infancia?
Gracias a ustedes por invitarme, mi infancia fue realmente feliz, crecí en Saltillo, en, los barrios Satélite Norte y Sur, recuerdo que jugábamos en las calles hasta el anochecer, y esa libertad me ayudó a desarrollar mi imaginación. Mis padres siempre nos enseñaron a disfrutar de las pequeñas cosas, y eso ha influido en mi carrera.
¿Tienes algún recuerdo específico que te haya marcado en esa etapa de tu vida?
Claro, uno de mis recuerdos más preciados es cuando fui al circo por primera vez. Tenía unos seis años, y la experiencia fue mágica, recuerdo ver a los payasos y los malabaristas, y pensé: “¡Quiero hacer eso algún día!” Esa chispa se quedó en mí y, años más tarde, me llevó a seguir este camino.
¿Cuál fue tu primer contacto con el mundo del entretenimiento?
Mi primer contacto fue en la escuela primaria. Participé en una obra de teatro escolar, y aunque era un papel pequeño, la sensación de estar frente a un público me encantó. Desde entonces, comencé a buscar más oportunidades, y poco a poco me involucré en el mundo del entretenimiento.
Has mencionado que comenzaste como mago. ¿Cómo fue esa transición hacia el clown?
Comencé como Mago Mystic, y al principio disfrutaba mucho hacer trucos de magia, pero, con el tiempo, me di cuenta de que conectaba más con la gente cuando hacía reír. La magia es asombrosa, pero el humor puede crear una conexión emocional más fuerte. Así que decidí dar el salto y convertirme en payaso, adoptando el personaje de Bogus.
¿Cómo elegiste el nombre “Bogus”? ¿Tiene algún significado especial para ti?
El nombre proviene de una película de los noventas que me encantó. En la historia, un niño tiene un amigo imaginario llamado Bogus. Me pareció un nombre original y divertido que representa el carácter lúdico de un payaso, además de que es fácil de recordar. Quería que las personas sintieran que podían divertirse y soñar a través de mi personaje.
¿Cómo ha evolucionado tu espectáculo a lo largo de los años?
He tenido la suerte de adaptarme a las tendencias y cambios en el entretenimiento. Cada año, actualizo mis rutinas, incorporando elementos nuevos y diferentes estilos de humor. A veces, uso tecnología, como pantallas y proyecciones, pero siempre manteniendo el enfoque en la interacción con el público. Además, he aprendido a integrar diferentes tipos de actos, desde magia hasta malabares y comedia física.
¿Puedes compartir alguna anécdota memorable de uno de tus shows?
¡Claro! Una vez, durante un show infantil, un niño decidió que quería ser parte de mi rutina y subió al escenario. En lugar de frustrarme, decidí incluirlo en el acto. Lo hicimos juntos, y su reacción fue tan genuina que el público se río a carcajadas. Al final, fue una experiencia muy divertida y significativa para ambos, y eso es lo que amo de ser payaso: crear esos momentos inesperados.
¿Cómo te preparas emocional y mentalmente antes de un show?
La preparación es clave. Antes de cada presentación, suelo hacer ejercicios de respiración y visualización, me imagino cómo quiero que fluya el espectáculo y cómo quiero que el público reaccione. También me gusta escuchar música alegre para entrar en ambiente. Además, es importante recordar que, aunque pueda sentir nervios, eso es normal y puede ser transformado en energía positiva en el escenario.
Hablando de públicos, ¿cuál es la audiencia que más disfrutas?
Disfruto de todos los públicos, pero los niños tienen un lugar especial en mi corazón. Su risa es tan pura y sincera, y no hay nada como ver la alegría en sus ojos, sin embargo, también me encanta trabajar con adultos, especialmente en eventos familiares o fiestas, donde puedo combinar el humor para todas las edades.
¿Cómo manejas las situaciones en las que el público no reacciona como esperabas?
Es un desafío, sin duda, aprendí que no siempre se puede controlar la reacción del público, lo que hago es mantener la calma, adaptarme y seguir adelante. A veces, un simple cambio de rutina o una broma improvisada puede rescatar el momento. Siempre busco mantener el ambiente positivo, y recordar que no se trata solo de mí, sino de la experiencia compartida.
¿Cuál es tu visión sobre el rol de los payasos en la sociedad actual?
Creo que los payasos tienen un papel muy importante en la sociedad, especialmente en tiempos difíciles, la risa puede ser un gran remedio para el estrés y la tristeza. Un payaso puede romper barreras, conectar con las personas y crear un espacio donde se sientan cómodas para reír y disfrutar. Además, creo que es vital abordar temas sociales a través del humor, de manera que la gente pueda reflexionar mientras se divierte.
¿Tienes proyectos futuros que quisieras compartir?
Sí, estoy trabajando en un proyecto de YouTube llamado “Family Clown Oficial”. Este canal tiene como objetivo mostrar nuestra vida como payasos, compartir rutinas, y dar consejos a otros que deseen seguir este camino. También quiero expandir mi presencia en redes sociales y llegar a más personas, haciendo colaboraciones con otros artistas y creadores de contenido.
¿Qué consejo le darías a quienes quieren seguir tus pasos en el mundo del entretenimiento?
Mi consejo principal es ser auténticos. Cada payaso tiene un estilo único, y es importante encontrar el propio, además, nunca dejen de aprender. Ya sea a través de talleres, cursos o simplemente observando a otros artistas, la creatividad y la perseverancia son esenciales, sobre todo, no olviden que el humor es un lenguaje universal que puede transformar vidas.
¿A quién dedicas tu carrera?
A mi familia, por supuesto. Ellos han estado a mi lado en este camino y han soportado muchas ausencias mientras estoy en el escenario.
¿Dónde pueden encontrarte las personas que quieren disfrutar de tu espectáculo?
Humberto: Nos pueden encontrar en Facebook como Payaso Bogus, y en Instagram, TikTok y YouTube como Family Clown Oficial. Siempre estamos listos para alegrar cualquier evento.
Para finalizar, ¿hay algo más que quisieras agregar?
Solo quiero agradecer a todos los que me han apoyado a lo largo de este viaje. Cada risa, cada aplauso y cada niño que se acerca a mí para decir que les hice reír es una recompensa invaluable. Espero seguir compartiendo alegría y magia a través de mi arte.
Muchísimas gracias, por compartir tu historia con nosotros. Te deseamos mucho éxito en tu carrera y en tus futuros proyectos.