La educación en el olvido

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Paulo Freire llegó a mencionar que los educadores deben cuestionarse para quién y a favor de quienes educan, un buen punto de partida para tomar en cuenta la publicación en su portal web de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) sobre los lineamientos específicos para la realización de las evaluaciones diagnósticas de los aprendizajes de las y los alumnos de educación básica correspondientes al ciclo escolar 2022-2023, que están próximos a publicarse en el Diario Oficial de la Federación. Estos disponen que las evaluaciones diagnósticas diseñadas por Mejoredu son de carácter formativo, que no serán para realizar comparativas entre los institutos educativos, el alumnado ni las entidades federativas. El propósito es identificar el punto de origen de los aprendizajes de los estudiantes al inicio del periodo escolar, esto para brindar una retroalimentación temprana a los maestros y maestras para deliberar de una mayor amplitud de conocimiento en los alumnos y así formular adecuaciones pertinentes conforme al nivel de progreso.

Según los lineamientos, se hará uso de los resultados de los instrumentos de evaluación de lectura, matemáticas y formación cívica y ética que se apliquen desde segundo de primaria a tercero de secundaria. Mejoredu estaría a cargo del diseño conceptual, desarrollo, diseño gráfico, ilustración y edición de 24 instrumentos: 15 en educación primaria y nueve en educación secundaria. Se harán uso de cuatro alternativas de aplicación puestas a disposición de las comunidades escolares por la Secretaría de Educación Pública (SEP), en coordinación con Mejoredu; estas serían el cuadernillo y hojas de respuesta impresas, el cuadernillo proyectado en una pantalla y hojas de respuesta impresas, la aplicación asistida por computadora, y la aplicación asistida en línea. Todo esto para darle cumplimiento a la fracción IX del Artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos respecto a la realización de las evaluaciones diagnósticas del SEN, se seleccionará una muestra de escuelas de primaria y de secundaria que permita generar información nacional, por entidad federativa, nivel y tipo de servicio con una precisión adecuada. La comisión impulsará acciones coordinadas con la Secretaría de Educación Pública (SEP) y las autoridades educativas estatales para la aplicación de las evaluaciones diagnósticas en las escuelas incluidas en dicha muestra, y ofrecerá los apoyos técnicos y de información que se requieran para la aplicación, a través de las diversas modalidades previstas para ello.

Hasta ahora no se han dado muestras de interés o competencia suficiente por parte del gobierno mexicano para llevar a cabo una verdadera reforma educativa que superara las expectativas de administraciones anteriores. Han sido múltiples los factores que se pudiera mencionar a una generación perdida en materia educativa, no solo por la pandemia sino por la falta de voluntad para echar a andar las principales demandas que el sistema educativo requiere sin dejar de lado la contención de la crisis derivada por el mismo Covid-19, sien do la gran excusa para desarrollar una reforma educativa aún superior de la que se podía haber contemplado al inicio de esta administración.

Otros datos relevantes es que con este plan de estudios además de combatir el colonialismo, el patriarcado también busca “cubrir perfiles laborales”, así a secas. En cuanto a la infraestructura compuesta por 230 mil escuelas que hasta ahora continúan con los vestigios de abandono y vandalismo por falta de presupuesto también está un número alarmante de deserción de 5.2 millones de estudiantes. Según la UNICEF, desde antes de la pandemia, nuestro país ya contaba con una crisis de aprendizaje, ya que el 80 por ciento de las niñas y los niños en primaria no lograban los conocimientos esperados en comprensión de lectura y en matemáticas. Asimismo, la pandemia trajo consecuencias para las y los alumnos del sistema educativo nacional por los serios problemas de alimentación y obesidad que merman para el desarrollo y que deben ser atendidos con urgencia. Niñas y niños menores de cinco años registran incremento de desnutrición crónica en 13.9 por ciento de ellos, de igual forma con la anemia con el 32.5 por ciento de niños de uno a cuatro años, esto representa enfermedades que producen daños irreparables para los primeros años de los infantes.

La educación es el camino, no el objetivo. No se puede plantear la educación como una meta fija e inalterable en el tiempo, esta debe ser una herramienta para el cambio. Es ahí donde se debe de partir, con este estancamiento educativo, en donde la secretaría de educación se convirtió en un trampolín político entrando en suplencia una figura poco experimentada para poder hacer el cambio que se requiere en lo que falta del sexenio podemos decir que ha quedado en el olvido aquello que también le urge a México: una reforma educativa de verdad. Sin el sesgo político e ideológico, sin el derroche de presupuesto en obras y modificaciones estériles que no benefician al grueso de la población.

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