Por Fernando Urbano
Las técnicas de manipulación del oficialismo y de Movimiento Innecesario, continúan intentando generar la falsa percepción de que el triunfo está cantado. Votar por las guindas y por los naranjas, es beneficiar a la 4T, y su insistencia es porque pretenden atraer más votación y evitar una alta participación a través del engaño. Hoy ya no solo pretenden hacernos creer que su candidata va en primer lugar, si no que el partido naranja tiene la segunda posición, con la intención de atraer votos que potencialmente son para la oposición.
Si no votamos, o ejercemos un voto útil, les daremos a los lopezobradoristas las herramientas necesarias para concretar la consigna que ya hizo la propia candidata de López, “queremos las dos terceras partes de la Cámara de Diputados, las dos terceras partes de la Cámara de Senadores y las dos terceras partes de los congresos locales. ¿Por qué? ¿Por qué ese número?… Porque eso es lo que se necesita para cambiar la Constitución”; si lo logran van a destruir por completo las bases del estado mexicano y terminarán por lapidar la democracia y la división de poderes. Y los ejemplos de cómo termina cuando eso pasa, sobran.
Primero es importante dejar en claro, porque el oficialismo pretende que haya un nivel bajo de participación, la razón es muy simple, si la participación es alta, ellos pierden. Y esto ya pasó en las elecciones del 2021, 2022 y 2023, en las que hay más votos por la oposición que por López Obrador. Si la participación es de al menos 62%, Xóchitl puede ganar con al menos un 5%.
Un claro ejemplo de que los números que Morena presume no son reales, es la elección federal de 2021, en la que el oficialismo consiguió 21,025,742; sus aliados le dieron en lo individual 2,670,997 votos el Partido Verde, y el PT 1,594,828, mientras que Morena obtuvo 16,759,917 votos. La oposición obtuvo 19,477,887 votos, de ellos 8,969,288 fueron del PAN, 8,715,899 del PRI y 1,792,700 del PRD.
Segundo, es necesario entender que el panorama para Morena ha cambiado en los estados en los que con soberbia se sentían triunfadores, Veracruz, Chiapas, Tabasco, Morelos, y la Ciudad de México, que tienen a estas alturas prácticamente perdidas, y donde los candidatos de la oposición están haciendo un extraordinario trabajo, además de los escandalosos tropiezos de los candidatos oficialistas y los desatinos de los gobernadores morenistas. Y, por otro lado, Guanajuato y Puebla, son otros estados importantes donde no tienen oportunidades, y que tienen un gran número de habitantes.
La proyección del 62% de participación en este proceso electoral le da a Xóchitl un total de 29,979,308 votos, que representan el 47.69%, mientras que el oficialismo tendría 26,978,894, que son el 42.92%. Movimiento Innecesario, el esquirol oficialista, rescataría su registro, se quedaría con el 5.19%, que representan 3,261,965 votos. Y se estima un total de 2,638,938 votos nulos, es decir, un 4.20%. La tarea es incrementar al menos un 65% la participación ciudadana, para darle un mayor margen a Xóchitl Gálvez y derrotar a López Obrador.
En este proceso electoral el voto útil no es un cálculo estratégico, es simplemente un cálculo racional sobre las consecuencias reales del voto que vamos a ejercer, y que si no lo enfocamos correctamente los riesgos inmediatos serán la concentración excesiva del poder en López Obrador, que lo ejercerá descaradamente a través de su pupila.
Concentrar el voto útil en Xóchitl, le da mayores posibilidades de ganar la contienda electoral, y un margen suficiente para consolidar su victoria; no hacerlo, sería un error dispersar la votación en distintas alternativas.
El voto útil debe estar enfocado en Xóchitl y en los candidatos de la coalición PAN, PRD y PRI, porque es la única manera en la que podemos fortalecer los contrapesos en los que está construida nuestra democracia.
