Por Jesús Alvarado
En esta ocasión no me referiré a una institución gubernamental o alguna empresa de manera directa. Pero hay que hablar de esas administraciones que no miden el presupuesto, no entienden que hay un límite.
Si de regalar se trata, todos los harían como si nada. Pero el dinero repito es limitado. Esa mística de tu da no importa lo que gastes es lo que lleva a la deuda, al derroche.
Existe un país en el mundo que en los últimos su gobierno central mantiene buenos números de aprobación frente a la población. Más que nada su dirigente, su todo poderoso que es capaz de ceder un bastón de mando.
Repartió lo que muy seguramente nadie ha hecho. Llegó hasta cierto punto a la clase baja. A los que menos tiene. Pero, ¿a qué costo?
Al de acabar con reservas en fideicomisos, al no tener un balance entre ingresos y gastos. Lo hemos repetido muchas veces que el empleo no se crea por decreto, de igual manera el dinero. La máquina hace los billetes puede imprimir lo que sea, pero no le da el valor.
Para tener una administración equilibrada ya sea gubernamental o de una empresa, hay que producir y delegar a cada área lo suyo. Supervisar, y al referirnos a esto es a la obligación de verificar que las áreas hagan lo que les corresponde.
Ese país, no podía consolidarse, pero se sentía la última coca cola del desierto, y ayudaba a otras naciones tratando de ponerse al nivel de su vecino del norte.
En nuestro país, un día avanzamos dos pasos, pero al siguiente día retrocedemos cinco. No hay balance.
Invertir en México es todo un reto, una moneda al aire, pero si lo logras haz pasado uno de los mayores retos del mundo.
EL REMATE
Vayámonos a los datos. Cuatro de cada 10 ocupaciones en el país tiene condiciones que podrían ser de alto riesgo de automatización. Algunas ocupaciones como los cajeros y cobradores en establecimientos son más vulnerables.
La automatización del trabajo consiste en el uso de sistemas que permiten realizar tareas repetitivas, replicables o predecibles, sin la intervención humana directa.
La automatización puede ser aplicada en tareas físicas usando maquinaria o robots y en procesos basados en datos a partir de software y algoritmos. Esta posibilidad ha impactado de manera importante en el mercado laboral, debido a que gran parte de los empleos corren algún grado de riesgo de ser automatizados.
En México, por ejemplo, cuatro de cada 10 ocupaciones se encuentran en riesgo alto, mientras que 23% corre un riesgo medio o bajo, de acuerdo con el informe Riesgo de Automatización en México de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe).
