Por Israel Reyes
Lo peor de la ingratitud es que siempre quiere tener razón. Y es que la semana pasada, de cara a la elección presidencial, al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Acción Nacional (PAN) encabezada por Marko Cortés, se le ocurrió sacar la cuenta y empezar a contar los refrescos y las botanas en una mesa en la que se despacharon con la cuchara grande.
En contexto, resulta que el presidente nacional del PAN, Marko Cortés, ha solicitado públicamente al gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez, y a la dirigencia estatal del PRI que cumplan con los acuerdos políticos establecidos previamente para las elecciones de 2024. Estos acuerdos indicaban que el PAN tendría participación en el gobierno y en las candidaturas electorales en Coahuila.
En su comunicado, el PAN subrayó que el plazo para formalizar alianzas en Coahuila vencía el pasado 9 de enero de 2024 y reiteró su exigencia al gobernador Jiménez Salinas y al PRI estatal para que respeten el convenio firmado en 2023. Este acuerdo estipulaba que el PAN lideraría la candidatura a la presidencia municipal de Torreón, entre otras posiciones mencionadas en el documento.
Cortés Mendoza hizo hincapié en la importancia de la transparencia en la política y la necesidad de que los líderes políticos mantengan su palabra en tiempos actuales. Argumentó que estos acuerdos buscan fortalecer la competitividad política, la unidad y la representación democrática, todo con el fin de evitar el triunfo de Morena en Coahuila.
El PAN enfatizó que el cumplimiento de estos acuerdos es fundamental para mantener la confianza y la estabilidad en la propuesta de gobierno de coalición entre el PAN, PRI y PRD. Concluyeron expresando su confianza en que el gobernador Manolo Jiménez cumplirá con su compromiso de respetar dichos acuerdos políticos.
Pero ¿de qué estará hablando Marko? Si sólo el 6.17 de la elección a diputados locales fueron gracias a ellos aun teniendo de regalo 5 curules, espacios que realmente abonarán muy poco. Apenas 83,000 votos de más de 700,000 pudieron lograr para aportar a su alianza. Además, incluye la secretaría de cultura con Esther Quintana. Al parecer los números y porcentajes no son lo suyo, siendo así le quedaría debiendo al gobernador Manolo Jimenez.
La credibilidad se refiere a la verosimilitud y la confianza que se transmite. Sin embargo, es importante tener precaución, ya que alguien considerado creíble no siempre está siendo completamente veraz. Como cualquier individuo o figura política puede atestiguar, la credibilidad puede adquirirse con relativa facilidad, a veces solo con una expresión de confianza o una sonrisa convincente.
Marko, en su desesperación le están dando rugidos de tripa postelectoral.